El resveratrol es un compuesto que se encuentra en la piel y las semillas de las uvas y bayas. Si bien se ha identificado que tiene efectos antidepresivos, el resveratrol es capaz de activar el gen SIRT1 –conocido como el gen de la longevidad–, que es el encargado de regular el proceso de envejecimiento.
Esta sustancia natural impide la oxidación celular y protege el cuerpo humano de los radicales libres, convirtiéndose así en un gran aliado a la hora de combatir los signos de la edad y a contrarrestar la formación de arrugas y la aparición de manchas en la piel. Cuenta con numerosos beneficios para la salud y concretamente para la piel, entre los que resaltan su gran poder antioxidante y antiinflamatorio.
Cuando la piel sufre daños por oxidación crea sus propias defensas a través del ADN. El resveratrol consigue activar este proceso sin que haya un daño previo, a la vez que bloquea los radicales libres. Por eso es ideal para rostros maduros, más debilitados y sensibles.
Otra de las propiedades del resveratrol es que estimula la formación de colágeno y elastina, por lo que su empleo a la larga proporciona más firmeza y densidad cutánea. También, mejora la luminosidad, ayuda a eliminar toxinas y combate la formación de arrugas y manchas.
El resveratrol en cremas mejora el acné por sus propiedades antibacterianas, que disminuyen la colonización por Propionibacterium acné y su capacidad de reducir la producción de sebo. Su capacidad de reducir el acné es de un 54% con un 67% de disminución de los puntos negros.
Su uso tópico ha demostrado acelerar la recuperación tras un peeling ya que aumenta la producción de colágeno. También, es capaz de disminuir las irritaciones y las rojeces de la piel.